sábado, 30 de mayo de 2020

Viajar

 Quizá viajar sea lo que más echamos de menos en estos momentos.
 Conocer nuevos lugares que invadan  nuestros cinco sentidos y que al recordarlos sea un deleite porque parece que de nuevo vivamos esa experiencia.
 Elena deseaba ir a Italia, a un pueblo junto a un lago precioso, donde parece que el tiempo se detiene ante tanta belleza.
 Y qué mejor ocasión para estrenar esas cositas que hemos conseguido en esta cuarentena, como este bolsito con forma de corazón.
  O esa chaquetita nueva de color beige con botones en tres tonalidades (consecuencia de este confinamiento porque no puedo salir a comprar botones iguales y he tenido que apañarme con lo que tenía).
 Pero eso no es lo importante, lo que interesa es cumplir esos sueños con los que nos hemos ilusionado en los días tristes.
 Visitar museos, parques, castillos, palacios...
Donde primará la comodidad, con unos vaqueros, una bonita camiseta y una chaqueta que podemos ponernos y quitarnos fácilmente, según el tiempo nos marque.

lunes, 25 de mayo de 2020

Soñando con las vacaciones

Ya sé que hace mucho calor para chaquetas, pero Noelia quería enseñar cómo combinaría el pantalón del conjunto Mallorca de forma diferente a la original.
Teniendo en cuenta que en sus próximas vacaciones, algunas noches puede que refresque, ella se va a llevar esta chaqueta que está encantada de estrenar.
Para ello mantiene el color azul, color por excelencia de unas ansiadas vacaciones en el mar.
El cinturón lo ha utilizado como diadema para mantener el pelo atrás y estar más cómoda.
Mirarse al espejo y ver azul la traslada a una tarde sentada frente al mar.

Pero claro, si hace calor, no os preocupéis que ella lleva una camiseta básica debajo.
Camiseta muy sencilla porque quiere que lo único que destaque sea el estampado del pantalón y no restarle protagonismo.
¿Qué os parece esta sencilla combinación?

¿Y vosotros estáis pensando en las vacaciones y en qué ropa os llevareis?

jueves, 21 de mayo de 2020

Primavera en el jardín de recuerdos

 Hace dos años que publiqué estas primeras fotos de Rebeca en una entrada. Las tenía guardadas en el ordenador esperando una primavera, me parecía la ocasión ideal para mostrarlas.
 Aunque hace más años que las hice, cuando en nuestra vida existía el jardín de recuerdos.
 Pero no solo estaba Rebeca disfrutando la nueva estación... también Raquel participó en dicha sesión. Ella es la que aún no había salido en el blog con estas fotos.
 Y ahora que de nuevo estamos en primavera, había que rescatarlas.
 Ambas visten ropita de la Biblioteca silvestre. Lo único que yo les he hecho han sido los gorritos, porque ¡qué me gusta a mi un gorro en la cabeza!
 El abriguito estampado y los pantalones color camel ya lo hemos enseñado en el blog en otras combinaciones.
 Pero hay ropa que merece la pena verla una, dos, o las veces que sean necesarias.
 Conjuntadas con distintos tonos de rosa, no pueden estar más primaverales.
 Con detalles como flores que aportan más belleza.

 Pero lo que me encanta es el detalle de que compartan tela, pero transformada en distintas prendas. Rebeca con un vestido tan dulce y Raquel con esa camisita con tantas posibilidades.
Las demás fotos de las leslys despojadas de abrigos no salen muy bien, así que quiero volver a sacarlas con un aire distinto... a ver cómo lo consigo, ya lo veréis por aquí.

sábado, 16 de mayo de 2020

Doña Bárbara

 
No sabía cómo titular esta entrada, porque esta Nancy, con ese vestido de estampado animal print y el sombrero hace que la vea como una mujer fuerte, poderosa, indómita, con mucha personalidad.

 Y de pronto me he acordado de una novela que tuve que leer obligatoria y gustosamente, durante la carrera. Doña Bárbara de Rómulo Gallegos.

Parece más un estilo de mujer hispanoamericana que española. También me ha recordado a Pasión de gavilanes (de nuevo vuelvo a América).
 Para quien no haya oído hablar de esta novela, os cuento un poco.
 Se publicó en febrero de 1929. Ha sido reeditada más de cuarenta veces y traducida a otros idiomas.  Se ambienta en los llanos de Apure en Venezuela.
 Doña Bárbara es la mujer más bella de Venezuela y dueña de la hacienda El Miedo. Es una terrateniente, ruda e insensible por una experiencia traumática que tuvo de adolescente.
 Acumula grandes tierras y manadas extensas de ganados usando a los hombres para su provecho personal, así como por medios ilegales, tales como el soborno a los funcionarios locales, entre otros.
 Ella representa la Venezuela cruel, insensible por la corrupción, traición, despotismo, falta de libertad, latifundismo e injusticia y brujería.  (Que esta Nancy me haya recordado a Doña Bárbara, no quiere decir que comparta su forma de ser). 
 Pero en el melodrama se muestra que en la realidad existía también una raza buena que ama, sufre y espera para luchar contra la dictadura desenfrenada de aquel entonces (estoy pensando que en el momento presente no está muy lejos de la de hace casi 100 años, no?) . Esta gente está representada por Santos Luzardo.
 Otro personaje importante es el de la adolescente Marisela, la hija que doña Bárbara tuvo y abandonó. Cuando Santos descubre a la joven, se ocupa de ella y del padre de ésta llevándoselos a su hacienda para brindarle educación a ella y alejar al padre del vicio de la bebida.
Mientras tanto, Doña Bárbara también se siente atraída por Santos, pero cuando ella se entera de que su propia hija es un rival para su afecto, busca por todas las vías para arruinarlos.

¿A qué parece el típico culebrón? Así recuerdo yo que lo leí para Literatura Hispanoamericana, lo devoré en pocos días para saber qué pasaba con aquel triángulo amoroso... no lo desvelaré, pero a pesar de los muchos años que han pasado, lo recuerdo perfectamente.

 Por supuesto, aparte de esta historia de amor, trataba otros temas importantes, como el de civilización frente a barbarie que tanto interés le dio.

sábado, 2 de mayo de 2020

El primer paseo

 Solo a Andrea se le ocurre salir así a la calle tan abrigada y con gorro incluido.
 Pero claro, casi tras dos meses encerrada en casa, no podía dejar pasar la oportunidad de estrenar este conjunto que compró antes del confinamiento.
 Así que ha aprovechado que hoy era el primer día para salir a pasear y lo ha estrenado.
 (La verdad es que yo la veo y me da un sofocón).
 Pero ella prefiere pasar calor que guardar este conjunto para el año que viene.
 Y aquí está llena de flores de colores que dan ese toque especial a lo que sería una chaqueta blanca normal.
 Con flores de varios colores para así poder combinar con casi todo.
 La faldita la teníamos de hace mucho tiempo (ha sido nuestra prenda rescatada del baúl de los recuerdos).
 Y tan feliz que ha vuelto de su paseo... Yo le he preguntado si no había pasado calor.
 Pero ella solo me ha respondido que "para presumir hay que sufrir". Así que la he dejado tranquila disfrutar este nuevo conjunto.
Creo que las prendas de lana vamos a tener que ir dejándolas ya para el otoño, no? E ir dando paso a vestidos y ropa más ligera.