Y aunque le encantan los vestidos de flamenca, esta vez quería ir cómoda. Sin adornos o volantes.
Así que nada mejor que un vestido sencillo y corto pero cargado de personalidad con esos lunares verdes (topos o puntos o como queráis llamar).
Como complementos nada de peinetas, flores o collares.
Una chaqueta de manga corta que le da un toque muy moderno y desenfadado.
Pero, sin duda, la boina es la que le da el toque estiloso.
Porque cada uno entiende la fiesta a su manera respecto al vestuario.
Y que mejor manera de pasar el día que en el campo (claro que no veo yo ese vestido cómodo para la ocasión).
Pero me da que a ella no le importa porque está encantada y eso se refleja en su cara.
Lo importante es sentirse bien y así todo se luce más.
Y en este primer plano lo apreciamos perfectamente.
Y aquí se despide Silvia, mi primera Nancy, tan especial para mi, además de guapísima. Debo sacarla más en el blog porque ha aparecido poco por aquí.