Ya os conté unas entradas atrás, que Rosanita se ha venido a vivir a casa e hizo un viaje largo desde Cantabria.
Con ese estilo natural que tiene (y al adquirido en la biblioteca silvestre) era normal que viniera a su nueva casa dando "consejitos" a sus nuevas compañeras.
Hoy han buscado en el armario ropa con las mismas tonalidades para conjuntarla y posar al "estilo silvestre".
Salvo la camisita de cuadros, que es original de Lesly, todo lo demás ha venido desde la biblioteca.
Y ya están listas para posar... de frente, ligeramente giradas hacia un lado..
Unas mirando a cámara, otras mirando hacia otro punto...
Esta Rosanita viene cargada de ideas para combinar y jugar con sus nuevas amigas... han formado el club 3R (Raquel, Rebeca y Rosana). Seguiremos sus clases, seguro que aprenderemos mucho de su estilo y aportaciones.
martes, 9 de abril de 2019
martes, 2 de abril de 2019
Recuerdos
Hace mucho tiempo que hice este vestido y el gorro a juego.
Cuando teníamos margaritas en casa y muchas otras flores...
Hace poco poniendo orden en las cajas donde guardo la ropa de las Nancys, me apareció este vestido y decidí darle un pequeño cambio.
Mi sorpresa llegó cuando fui a buscar en el blog estas fotos, pensando que había publicado esta entrada... y no las encontré.
Así que si no se han perdido( porque he dado muchas vueltas buscando en el blog) es de esas cosas que piensas hacer y crees que has hecho, pero no... te quedan por hacer.
Así que antes de mostrar el cambio, tenía que enseñar el antes. Y aprovechar las fotos.
Como se puede ver se trata de un vestido azul marino con topitos blancos larguísimo, lo que hace que Valeria parezca más elegante y estilizada, con una gran lazada en la cintura para marcarla un poco más. Una chaqueta blanca también larga, zapatos blancos y un gorro blanco con un lazo grande azul marino a juego con el vestido.
Aquí se puede ver bien el gorrito y lo bien que le sienta con su oscura melena y sus rojos labios.
Por suerte tenía las fotos guardadas, como otras tantas que me recuerdan a aquellas flores y aquellos tiempos.
Las Nancy fueron grandes compañeras en esos momentos, quizás ahora las necesito menos y por eso las aparco más. Aunque nunca han dejado de gustarme. Y ellas saben perdonarme porque saben que no las olvido, simplemente estoy viviendo otras experiencias que en aquellas circunstancias no podía.
Y siempre que pueda sacaré un ratito para jugar con ellas y volver a sentir parte de esa emoción infantil que me llena tanto, aunque ya no esté el jardín, ni las flores... pero hay otras cosas más valiosas y que me llenan más que disfruto ahora.
Cuando teníamos margaritas en casa y muchas otras flores...
Hace poco poniendo orden en las cajas donde guardo la ropa de las Nancys, me apareció este vestido y decidí darle un pequeño cambio.
Mi sorpresa llegó cuando fui a buscar en el blog estas fotos, pensando que había publicado esta entrada... y no las encontré.
Así que si no se han perdido( porque he dado muchas vueltas buscando en el blog) es de esas cosas que piensas hacer y crees que has hecho, pero no... te quedan por hacer.
Así que antes de mostrar el cambio, tenía que enseñar el antes. Y aprovechar las fotos.
Como se puede ver se trata de un vestido azul marino con topitos blancos larguísimo, lo que hace que Valeria parezca más elegante y estilizada, con una gran lazada en la cintura para marcarla un poco más. Una chaqueta blanca también larga, zapatos blancos y un gorro blanco con un lazo grande azul marino a juego con el vestido.
Aquí se puede ver bien el gorrito y lo bien que le sienta con su oscura melena y sus rojos labios.
Por suerte tenía las fotos guardadas, como otras tantas que me recuerdan a aquellas flores y aquellos tiempos.
Las Nancy fueron grandes compañeras en esos momentos, quizás ahora las necesito menos y por eso las aparco más. Aunque nunca han dejado de gustarme. Y ellas saben perdonarme porque saben que no las olvido, simplemente estoy viviendo otras experiencias que en aquellas circunstancias no podía.
Y siempre que pueda sacaré un ratito para jugar con ellas y volver a sentir parte de esa emoción infantil que me llena tanto, aunque ya no esté el jardín, ni las flores... pero hay otras cosas más valiosas y que me llenan más que disfruto ahora.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)