Helena ya está de vuelta a la rutina. Atrás quedan los largos paseos por el paseo marítimo, las tardes de playa con los amigos, las salidas nocturnas con cena y helado incluidos.
Pero lo que aún no ha dejado atrás son los vestidos de verano, porque parece que cada vez el otoño llega más tarde.
Y con este sencillo vestido se despide del verano, porque aunque las temperaturas nos despisten, oficialmente mañana entra el otoño.
Y aunque es sencillo, a ella le encanta no solo porque tiene sus dos colores favoritos (el amarillo y el verde) sino también por lo cómoda que se siente cuando lo lleva.
Como complemento ha elegido una diadema amarilla, que tan de moda han estado este verano.
Pese a que no se observe bien, porque no la lleva como cuando era niña, sino dejando su pelo por la parte delantera liberada dando así más volumen.
Ahora toca ir preparando el armario de cara a la nueva estación... así que ya va tocando sacar las agujas y lana y preparar modelos algo más abrigados.