Y entonces llegó ella...

 Celia, mi quinta morena. Con un pelo precioso y unos ojos que hablan por sí solos.

 Ella forma parte del club de mis favoritas. Tiene ese algo especial que hace que todo le quede bien. Aunque eso lo iremos viendo poco a poco.

 A Celia la encontré en el rastro, entre un montón de muñecas más. No fue ni un chollo ni una ganga, pero no podía dejarla allí con aquel pelazo esperando que alguien se la llevara.

 Me parecía que era la comunión pero al tener la raya en medio (aunque aquí no se aprecie por llevar gorro) y ni rastro de los rulos que lleva en la parte delantera, me despistó bastante.

 Empecé a hacer un recuento mental de las últimas nancys morenas que Famosa había sacado... y morena con ojos azules, solo me venía a la cabeza la comunión, que ya tenía.

 Pero ya os digo, no la podía dejar allí... y la cogí. Junto a otra rubia, bastante más especial, porque seguro tiene más historias qué contar. Pero a mi me enamoró ésta.

 Y aquí está estrenando jersey nuevo donde se mezclan distintos colores y una falda azul. El gorro lo hemos tomado prestado del armario común pues tenía ese color y nos venía de perlas.

 Y así luce Celia como un día sin nubes, cuando el sol brilla espectacular y el cielo destaca con su azul infinito.

 Porque el azul es su color favorito.

Y porque no puede estar más guapa... ¿o sí? Ya lo veremos porque  Celia es una de mis favoritas, como he dicho al principio, y habrá que mimarla.