Una clase de Literatura

 Ya os conté que Sandra estudia Filología... tal es su pasión por los libros que cree que en el estudio de la Literatura, encontrará gran placer y quiere que sea su modo de ganarse la vida, de cara al futuro.

 Disfruta de los clásicos, aunque algunos digan que son "esos libros que todos conocemos pero ninguno leemos"... ella sí sabe encontrarles su sentido.

 A Sandra le encanta el Lazarillo de Tormes, lo ha leído muchas veces, y se ríe mucho en algunos pasajes... a veces se lo ha leído a su madre, que nunca estudió y no tiene muchos conocimientos literarios, por desgracia. Y es que cuando le gusta algo, le encanta compartirlo con los demás.

 También disfruta con algunas obras de teatro, la última que leyó fue Casa de muñecas de Henrik Ibsen y posteriormente, acudió a su representación con sus amigas de clase.

 También adora la poesía, aunque es el género literario que menos lee, pero Antonio Machado es su favorito.

 Y los clásicos más clásicos... aquellas obras que se escribieron en griego o en latín... bueno, sí, vale... es verdad, que muchos de ellos los ha leído obligada por las clases de latín, pero después les ha encontrado su encanto, al menos a la gran mayoría de ellos.

 Y eso sin perder de vista los grandes libros de otras literaturas... esa Madame Bobary, La dama de las Camelias, Ana Karenina, Jane Eyre, Mujercitas... le encantan las protagonistas femeninas...

 Pero, sin duda, su escritora preferida y su libro favorito es Orgullo y prejuicio de Jane Austen... le encanta esa época, y por supuesto, el señor Darcy! Sueña con poder viajar alguna vez a Inglaterra y emular los largos paseos por la campiña inglesa de su adorada Lizzie Bennet.

Pero hay que reconocer que, barriendo para casa, adora nuestra joya de la literatura española: nuestro Don Quijote de la Mancha! Ese hombre tan idealista y con tan buenas intenciones, valiente, justo y con sentido del honor, hombres de los que buena falta nos hace en estos tiempos que corren, llenos de materialismo, falsedad e hipocresía.

Muchas veces me gusta sumergirme en un buen libro para encontrar lo que no veo en la realidad... y es que si algo no cambia, por mucho que pase el tiempo, es que un buen libro siempre lo será, no te engaña, y te permite evadirte, disfrutar, saborear y hasta aprender de otras vidas, otras ideas u otras filosofías... sin duda, siempre sumará porque nada es más cierto, que quien lee vivirá una vida con muchas historias, mientras que quien no practica el placer de la lectura, siempre vivirá la misma historia... para nada te resta. Y una vez que te contagias del placer de leer, coger un libro bueno, supone una multiplicación de sensaciones, emociones y satisfacciones...
Y para terminar, tan literaria entrada, me permito una frase célebre de Santa Teresa de Jesús que considero bastante apropiada "Lee y conducirás, no leas y serás conducido".